Mañana finaliza el curso escolar. Ha sido un año marcado por las numerosas movilizaciones y reivindicaciones promovidas por la ‘Marea Verde’. La educación pública está siendo una de las víctimas del austericidio impuesto por las bestias neoliberales.
Recordemos que en los últimos tres años se han recortado cerca de 6.500 millones de euros. Esto ha provocado el despido de profesores, el recorte de becas, la desaparición de proyectos de innovación educativa, el aumento de alumnos en las aulas,… Con estos datos es incongruente pensar que los recortes ayudarán a mejorar la calidad de la educación pública.
Hace unas semanas el Consejo de Ministros aprobó el proyecto de Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), la séptima norma educativa en 37 años de democracia. Una ley, aún sin aprobar, que tiene como objetivo dinamitar el sistema de educación pública y por tanto, debilitar la calidad educativa.
Esta normativa, por llamarla de alguna manera, propone desde mi punto de vista una serie de disparates de gran envergadura. El primero; la asignatura de religión será evaluable y contará para la nota media del curso. Si todos sabemos que la religión no es un contenido educativo, entonces ¿por qué se la sitúa al mismo nivel que el resto de las asignaturas?. Esta decisión del PP es una clara concesión a la Conferencia Episcopal con el objeto de poner en marcha una campaña de recuperación de fieles en las aulas. Recordemos que el artículo 16 de la Constitución dice: ‘ninguna confesión tendrá carácter estatal’. Ministro léase la carta magna, todo esto tiene un tufillo fundamentalista muy desagradable.
Otro de los puntos delirantes de la ‘ley’ es que se elimina la prohibición de subvencionar con dineros públicos a los colegios privados que segregan a las niñas y a los niños. Esta separación con un claro componente sexista, no tiene ninguna base pedagógica. Su objetivo no es otro que sostener económicamente las estructuras opacas del ‘Opus Dei’ y de ‘Los legionarios de Cristo’, entre otras.
Es preocupante que el ministro Wert no recuerde que existen dos sentencias del Tribunal Supremo que niegan la posibilidad de que los colegios que segregan por género reciban subvenciones públicas, ¿qué mala memoria?.
Y por último, haré referencia a una de las principales ‘novedades’ que incluye el proyecto de ley. Hablamos de las reválidas que diseñará el Ministerio de Educación, a nivel estatal, en Primaria, ESO y Bachillerato. Aquí permítanme decirles que el método más eficaz para medir los procesos de enseñanza-aprendizaje es el seguimiento diario y la evaluación continua del alumnado. Sinceramente creo que estas pruebas externas lo único que van a favorecer es la segregación temprana del alumnado y por lo tanto seguir abriendo la brecha entre ricos y pobres. Vamos, la práctica habitual del partido popular. Un partido que de popular no tiene nada.
Mañana cierran por vacaciones las puertas de muchos centros educativos públicos. En septiembre volveremos con las mismas energías para plantar cara a esta barbaridad. Aprovechen el verano para coger fuerzas, nos van a hacer mucha falta para seguir saliendo a la calle y gritar con todas las ganas: ‘NO A LA LOMCE’.
Emitido el día 20 de junio de 2013, en el programa
"Hoy por hoy", en @SERpalencia
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