Ir a trabajar sin (con) miedo

Belén trabajaba en un piso donde chavales y chavalas menores de 18 años cumplen medidas judiciales. Ella había denunciado recientemente a uno de los jóvenes por amenazas. Lamentablemente, poco después, fue asesinada, un hecho que ha conmocionado al sector de la intervención social y ha puesto de manifiesto las condiciones de extrema precariedad en las que trabajan las profesionales de este ámbito. El asesinato de Belén no es un caso aislado ni un hecho fortuito. Es la consecuencia de un sistema público que desprotege a quienes trabajan con poblaciones vulnerables. Este trágico suceso evidencia las carencias estructurales del sector de la intervención social, en el que las profesionales se ven sometidas a condiciones laborales indignas, desamparados por las instituciones y sin los recursos necesarios para llevar a cabo su labor de manera segura y efectiva. La desprotección de estas trabajadoras es alarmante. Se enfrentan diariamente a situaciones de riesgo sin contar ...