El final lo pones tú

Aquel día su jefe la llamó para que fuera a su despacho, le dijo que no sabría si de aquí en adelante podría pagarla el salario. No había garantías de nada. Le justifico que la situación de la empresa era complicada, que no había liquidez y que estaba a la espera de recibir unos ingresos que no se sabía cuándo podrían llegar. Esa noche se marcho a la cama meditabunda, tratando de encontrar a los responsables de que ella, como tantas otras, trabaja y no cobra al llegar el fin del mes. Antes de conciliar el sueño, escuchaba en la radio un programa sobre la corrupción política, tertulianos hablaban de Matas, el Caso Gürtel, los dineros de Bárcenas en Suiza. Vamos la misma mierda de siempre. En aquella tertulia anunciaban que en pocas semanas se celebraría el debate sobre el estado de la nación. A la mañana siguiente, aturdida, como si no quisiera despertar de su sueño, preparo un café muy cargado, encendió el primer cigarrillo del día y empezaron a aparecerla flases de su ac...