Cuándo éramos bobos

Todo esto sucedió entre mayo y junio de 2014. Fue cuando nos la volvieron a meter doblada igual que a nuestros padres. Aquellos que se autodenominaban demócratas ‘de toda la vida’ emborracharon sus discursos y gargantas en helio. Nos hablaron de la necesaria estabilidad del Estado, del respeto a la instituciones y a la constitución, incluso los muy dementes manifestaron varias veces que había que seguir fortaleciendo la democracia (...y nos daba la risa...). Durante aquellos días las ciudades llenaron sus plazas y calles de gente que solicitaba a voz en grito un referéndum para decidir. El cielo se pintó de rojo, amarillo y morado. Bobos e inconscientes pensábamos que en aquella madurez democrática no tendríamos problemas para elegir al jefe del Estado, pero empequeñecidos y vapuleados, como siempre, por el pacto PP-PSOE, el debate y la decisión quedaron bien atados en aquellos despachos que desprendían aquel insoportable olor a naftalina. Poder debatir y llegar a acuerdos...