Entradas

Mostrando entradas de julio, 2014

Educación Social y Desarrollo Local en el medio rural: Proyecto de Animación Sociocultural y Emprendimiento

Imagen
Seguramente muchos/as educadores/as sociales/as que trabajamos en ámbitos no tradicionales de la educación social nos hemos sentido invisibles, etéreos,... Hemos observado como nuestro perfil se difuminaba entre esa amalgama de denominaciones y ocupaciones indefinidas (y muchas veces perversas) donde ‘cabe todo’ y que no favorecen en absoluto el conocimiento de la profesión. Una de las estrategias promovidas desde hace tiempo por los colegios profesionales que forman el Consejo General de Educadoras y Educadores Sociales y desde la Revista de Educación Social  es animar a los/as profesionales a escribir, a plasmar sus experiencias, a contar qué hacemos y cómo lo hacemos, reflexionar sobre los éxitos y fracasos,… con el fin de salir de la oscuridad. Hemos estado tantos años priorizando la acción socioeducativa y el trabajo directo con las personas que nos hemos parado muy poco a escribir y a reflexionar sobre la práctica profesional. Y en este no parar, han sido otros l...

Cuándo éramos bobos

Imagen
Todo esto sucedió entre mayo y junio de 2014. Fue cuando nos la volvieron a meter doblada igual que a nuestros padres. Aquellos que se autodenominaban demócratas ‘de toda la vida’ emborracharon sus discursos y gargantas en helio. Nos hablaron de la necesaria estabilidad del Estado, del respeto a la instituciones y a la constitución, incluso los muy dementes manifestaron varias veces que había que seguir fortaleciendo la democracia (...y nos daba la risa...). Durante aquellos días las ciudades llenaron sus plazas y calles de gente que solicitaba a voz en grito un referéndum para decidir. El cielo se pintó de rojo, amarillo y morado. Bobos e inconscientes pensábamos que en aquella madurez democrática no tendríamos problemas para elegir al jefe del Estado, pero empequeñecidos y vapuleados, como siempre, por el pacto PP-PSOE, el debate y la decisión quedaron bien atados en aquellos despachos que desprendían aquel insoportable olor a naftalina. Poder debatir y llegar a acuerdos...