Con la esperanza muerta

Hace diez años un pequeño grupo de educadoras y educadores sociales andábamos ansiosos por vivir un momento histórico. Llevamos cinco largos años esperando la ocasión de ver publicado en el Boletín Oficial de la Comunidad Autónoma, la Ley de Creación del Colegio Profesional de Educadoras y Educadores Sociales de Castilla y León. Nunca veíamos el momento. El expediente estaba parado continuamente. El proceso no avanzaba. Las fuerzas y las ilusiones desplegadas en todo ese tiempo se iban agotando y desvaneciendo. Pero por fin llegó el día. Un treinta y uno de marzo de dos mil cinco se publicaba la ‘noticia’ en papel oficial. El desarrollo de una normativa que nos esperanzaba. Podría contribuir a sacar a la profesión de la invisibilidad, de la oscuridad,... Aquellos días de vino y rosas nos ayudaron a recuperar la ilusión y el compromiso que estábamos dedicando a esta historia. Aquella mesa estaba llena de gominolas, de objetivos, de acciones, de utopías, de sueños,… Delante ...