Oxígeno

No puedo ver cuanto queda. Nunca lo sabes hasta que se acaba y dejas de respirar. Tengo la sensación de vivir permanentemente con una máscara de oxigeno y con el miedo metido en el cuerpo, ya que no sé cuándo se acabará. Este artefacto invisible, ya forma parte de mí. Al principio me la quitaba por las noches para dormir mejor, pero de un tiempo a esta parte la dejo puesta, me ayuda a conciliar el sueño. Está claro que todo lo que sucede a nuestro alrededor, nos afecta de forma diferente a unos y a otros. No quiero ser de los miran a otro lado, como si no sucediera nada, pensando que esto, tarde o temprano pasará. De repente, me ha dado por leer textos sobre economía. Me he diagnosticado un trastorno, todavía no recogido en el DSM-IV. Este consiste en conocer, de manera compulsiva, lo que han hecho los amos del mundo y por averiguar qué no hemos hecho los vasallos, por evitar esta estafa, llamada crisis. Una situación en la que se persigue, por encima de todo y a toda cosa, u...