Esta semana hemos conocido el proyecto de ley de los Presupuestos Generales del Estado para 2014. Según Montoro: “son los presupuestos de la recuperación económica y para la recuperación económica, para el crecimiento y el empleo”. Este mismo sujeto dijo el 24 de octubre de 2012, refiriéndose a los presupuestos para el 2013: "Estos presupuestos son los más sociales de la democracia".
El gobierno sigue con su estrategia de tratarnos como imbéciles. Los presupuestos del 2013, esos que eran los más sociales de la democracia, han llevado al paro a casi seis millones de personas, han reducido las pensiones y han legitimado sacar de la caja común 11.000 millones de euros, han desmantelado el sistema sanitario y han priorizado el apoyo a los centros privados, en detrimento de fortalecer un sistema educativo público, laico, democrático y de calidad.
Contemplamos con estupefacción que la estrategia del PP de continuar desmantelando el sector público, es más que evidente. Con ello justifican las futuras privatizaciones de ‘lo público’. Es miserable que un partido que gana unas elecciones generales para gestionar el sector público, sostenido con el dinero de todos los contribuyentes, tenga como objetivo principal privatizarlo para que después sea entregado a la gestión de las empresas ‘amigas’. No entiendo todavía hacía donde miran la policía y los jueces cuando pasan estas cosas.
Por otra parte, está claro que estos presupuestos insolidarios, van a seguir destruyendo empleo, provocando el desplome del consumo de las familias y reduciendo el poder adquisitivo de los pensionistas. Recuerden que en nuestro país hay más de 300.000 familias en las que no trabaja nadie y sobreviven con la pensión de un jubilado.
Si hasta ahora las pensiones estaban sosteniendo la calidad de vida de las personas mayores y actuaban como soporte para asegurar la cohesión social, esta salvaje reducción acelerará las situaciones de exclusión social de miles de familias, aumentando la grieta entre ricos y pobres.
Para este gobierno, el principio de justicia social no existe y todos los días nos lo demuestran con sus gestos, sus palabras, sus acciones y sus recortes.
Digo esto, porque de los ingresos previstos para 2014, el 82% de los mismos proceden del IRPF, IVA e impuestos especiales, que son los que pagan todos los que tienen una nómina y todos los que consumen. Y a través del Impuesto de Sociedades o los beneficios del capital, el Ejecutivo sólo conseguirá un 12,5% de sus ingresos totales. Este dato es revelador y nos muestra quienes sostienen ‘lo público’.
Permítanme decirles que cada día estoy más convencido de que la única salida digna es la construcción de un proceso constituyente. Un proceso sin siglas, transparente, promovido y liderado por la ciudadanía y que articule la participación real del tejido social organizado, los profesionales, las universidades,… Es el momento de cambiar el rumbo de los acontecimientos y dar un paso adelante. Ahora la indignación ya no nos sirve.
Emitido el día 3 de octubre de 2013, en el programa
"Hoy por hoy", en @SERpalencia
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