(Re) aprender a decir no

Decía el zamorano Agustín García Calvo que lo primero que aprende un niño cuando empieza a hablar es a decir ‘no’. De todos los sonidos que oye el bebé desde que nace, cuando comienza a gatear, cuando da sus primeros pasos, cuando comienza a agarrar todo lo que está a su alcance, a metérselo en la boca, o en un ojo, el que más oye es una sílaba: NO ("No. No se toca" "No, a la boca no, caca." "No, ven." No, no, no, no… y no). Todo el día con el no dichoso. Tan pronto el bebé comienza a ser niño o niña y trata de tener autonomía y aprender y explorar su entorno, comienza a pronunciar la palabra ‘maldita’. Aquí el aprendizaje se adquiere a toda velocidad y el/la niño/a interioriza que decir no, le otorga una posición de poder y control hacia sus padres. Este acto de rebeldía y de negación sistemática trastorna a sus progenitores. Seguro que en más de una ocasión hemos escuchado: ¡qué niño/a más rebelde e inconformista! Después en la adolescencia ve...