lunes, 1 de junio de 2020

¿Esto es educar?



Han pasado casi 80 días desde que se decretase el estado de alarma y durante este periodo el gobierno de Castilla y León, una connivencia entre PP y Cs, ha sido incapaz de gestionar, en esta situación excepcional, la política educativa. Nadie dice que sea fácil. Muchas nos preguntamos porque antes de actuar y dejar al profesorado ‘a los pies de los caballos’, no se preguntó a las familias. ¿Por qué no se hizo un diagnóstico? Un estudio de la realidad para conocer qué pasa en las familias y a partir de ahí, empezar a trabajar con criterio.

No en todas las casas existen dispositivos informáticos para los miembros de la familia. Hay hogares donde tampoco hay acceso a internet. Miles familias están compartiendo wifi y compaginan diariamente su teletrabajo, con la explicación del Islam, la conversión de metros a centímetros y el ‘misterio’ del análisis morfológico. ¿Creéis que esta es la forma de funcionar? ¿Creéis que esto vale para algo?

Durante estos más de dos meses hemos herido de muerte al sistema educativo, y digo hemos, porque yo también he sido cómplice de esta barbarie. Yo he insistido (incluso obligado a mi hijo) más, de dos y más de tres veces a que hiciera la tarea que enviaba semanalmente a sus profesores/as. Siendo consciente que su motivación era nula (lo sigue siendo) y que aprender se ha convertido en algo horrible: hacer deberes cinco días a la semana.

Hemos vivido, en primera persona, los recortes a un sistema público que no ha sabido adaptarse. Un sistema que ha basado su funcionamiento en la inercia horrorosa de enviar a las familias un planning de deberes el lunes para devolver corregidos antes del viernes de la siguiente semana, ¿Esto es educar? ¿En esto se basa el proceso de enseñanza-aprendizaje en tiempos de pandemia?

El proceso de enseñanza-aprendizaje se ha convertido en un trámite administrativo, en un asunto mecánico y robotizado. No se ha incorporado el interés por aprender, por disfrutar del descubrimiento de conocer cosas nuevas. Este proceso se ha convertido en: “Lunes 23 de marzo - LENGUA, pág. 123, ejercicios: 11, 12, 14”. Y yo me pregunto, ¿tan difícil era realizar una videoconferencia con Zoom o Teams, una vez a la semana, entre un grupo reducido de compañeras y compañeras de clase y el/la profesor/a? ¿Por qué no se aprovechó el confinamiento para adaptar la vida cotidiana al currículo escolar? Una adaptación sencilla, sin prisas. Un método que podría haber basado su aprendizaje en la acción y en las vivencias cotidianas y no en la obsesión de adquirir – a distancia - los contenidos educativos que establece la normativa. Hemos perdido una oportunidad maravillosa.

Y vuelvo a preguntarme, ¿a quién le sirvió este formato pervertido? ¿Le sirve al/la inspector/a de turno para conocer que el profesorado sigue en contacto con el alumnado y qué tiene elementos para realizar un seguimiento individualizado (¿dónde ha quedado el aprendizaje grupal?) y una ‘supuesta evaluación’ del aprendizaje? ¿A quién le sirve esto? ¿Al gestor educativo para justificar? ¿Justificar el qué?

Mientras tanto escuchamos las ruedas de prensa para saber cuándo nos podremos tomar una cervecita en una terraza o cuándo habrá futbol o si podremos ir de vacaciones. Y nos olvidamos que millones de familias en este país, miran a los ojos de sus hijos e hijas y no saben cómo explicarles que van a estar ‘ocupando’ las mañanas de casi 100 días para nada.


4 comentarios:

  1. De las pocas cosas positivas que está dejando el Covid es que todo el tinglao de instituciones que tenemos en España sirven para muy poco, que al final las cosas funcionan y salen adelante gracias a buenas personas y buenos profesionales con ganas. La educación en nuestro país es sólo un problema más de tantos que se nos han manifestado durante esta pesadilla. Vamos a reaccionar y estar a la altura de los acontecimientos, llevando a cabo cambios profundos en nuestro país o nos vamos a seguir quejando de todo como siempre sin hacer nada...Al final es responsabilidad de todos y cada uno de nosotros empezar el cambio. Por otro lado, tengo la esperanza de que no hay mal que por bien no venga y que nuestros niños y jóvenes sabrán sacarle a esta situación una de las mayores lecciones de su vida, de esas que por mucho que os empeñéis en el colegio sólo la vida te puede enseñar.

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  2. No todos los educadores nos estamos limitando a enviar tareas sin ton ni son. Somos muchos los que tenemos contacto diario vía Teams, Moodle, Email, etc con nuestro alumnado.
    No sé puede generalizar y menospreciar el duro trabajo que todos, como sociedad, estamos realizando. Habla de familias sin WiFi y sin dispositivos. Son muchos los centros, todos los de Castilla y León, los que han facilitado tarjetas de datos a las familias sin medios para poder seguir las clases online y en vivo con sus profesores. Además de facilitar también las tablets con las que se cuentan en las escuelas para favorecer dicha conexión.
    Ahora parece que todos sabíamos que esta situación se alargaría en el tiempo pero no, no lo sabíamos. Nos hemos ido adaptando como todos, poco a poco. Aprovechemos para poner en alza el valor de la Escuela y de los educadores no para generalizar carencias puntuales de un puñado.

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  3. Gracias por tu comentario y felicidades por ser de los pocos que habéis tenido un poco de sensibilidad y criterio. El post es una reflexión muy personal, llena de subjetividades y generalidades, que parte de una vivencia diaria (pero que es compartida por muchas familias que conozco, no solo de Castilla y León) que no corresponde con lo que tú manifiestas en el comentario.

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